Oberto sufre problemas de corazón

Hace un tiempo que a Fabricio Oberto, pívot argentino de los San Antonio Spurs, le detectaron ciertas anomalías en los latidos de su corazón. Desde entonces, el albiceleste vive con la mosca detrás de la oreja, temeroso por los numerosos casos de muertes súbitas que azotan al deporte. Y, por ello, cada vez que nota algo extraño, el miedo se apodera de él, de su equipo y de toda la afición.

La semana pasada Oberto volvió a sentir un latido anormal y ha tenido que someterse a nuevas pruebas para evitar males mayores. Ahora, ya recuperado de esas irregularidades, volverá a jugar tras dos partidos de inactividad.

Estos problemas de corazón son tan difíciles de detectar y tan impredecibles que a cualquier deportista se le hace un nudo en la garganta con sólo pensar en la posibilidad de que le pueda pasar algo. Y lo peor es que es casi imposible determinar si esos latidos irregulares responden realmente a un peligro o no.

Pero, como más vale prevenir que curar, lo más sensato es apartar al jugador de la competición y someterle a todas las pruebas que sean necesarias (véase el caso, en el fútbol, de Rubén de la Red).

A Oberto, al menos, todo esto le ha llegado a los 34 años, cuando ya está dando los últimos pasos en su carrera profesional. Si se cuida, no arriesga demasiado y se retira dentro de poco, el peligro habrá pasado. Otros, en cambio, no tienen tanta suerte.

1 comentario:

  1. No creo k compense a un jugador la pasta k ganan por el miedo k pasan mientras estan sobre la cancha

    ResponderEliminar

Déjanos tus comentarios, sugerencias o peticiones y te contestaremos.