Quentin Richardson llega a los Miami Heat, su parada ¿final? tras un sinfín de traspasos veraniegos

No ha sido un verano precisamente tranquilo para Quentin Richardson. El otrora alero estrella de Los Ángeles Clippers y New York Knicks, ha pertenecido nada menos que a cinco equipos diferentes en poco más de un mes. Incluído como moneda de cambio en multitud de traspasos, acaba de recalar en los Miami Heat, único equipo que realmente se ha interesado por contar con sus servicios.

Con los aires de revolución que se respiraban en Nueva York, estaba claro que Richardson iba a ser uno de los que hicieran las maletas. Así, en la noche del draft de la NBA, los Knicks lo traspasaron a los Memphis Grizzlies a cambio del pívot Darko Milicic. Pero esa sólo sería la segunda parada del largo viaje que había comenzado en la Gran Manzana.

El equipo de Tennessee vio la oportunidad de hacerse con Zach Randolph, uno de los pívots más dominantes de la liga, y no tuvo ningún reparo en desprenderse de Richardson. Así, el alero regresó a la que fuera su casa durante cuatro años. Pero Los Ángeles Clippers no tenían mucho interés en él. Simplemente querían deshacerse de Randolph como fuera, pues se trata de un jugador conflictivo que además restaría minutos a Blake Griffin, fichaje estrella de la franquicia angelina.
A los Clippers les interesaba más conseguir un base suplente de garantías y, por ello, no tardaron ni tres días en volver a cambiar cromos utilizando, cómo no, al pobre Quentin. Se fue a los Minnesota Timberwolves a cambio de Sebastian Telfair, Mark Madsen y Craig Smith. Y llegaba así a un nuevo equipo, el cuarto en apenas 25 días, en el que tampoco se le tenía en demasiada consideración.

Después de pertenecer a cuatro franquicias que nunca mostraron interés real por sus servicios, tuvo que llegar uno de sus mejores amigos para echarle una mano. Dwayne Wade movió hilos y logró llevárselo a Miami, donde disputará, casi con toda seguridad la próxima temporada. Llega a cambio de Mark Blount, un jugador de tercera o cuarta fila, pero con el atractivo de quedar libre en cuanto acabe el curso, lo que dejará a los Heat libres de un buen puñado de millones para entonces.
Eso si no surge una operación suculenta y en Miami no deciden volver a traspasarlo, lo que sería ya de récord Guinness. Desde luego, pertenecer a cinco equipos en un sólo verano es algo que pocos han sufrido. Y todo sin moverse de su residencia de vacaciones.

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